Lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad

lunes, 6 de junio de 2011

La motivación hace la diferencia.



El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El realista ajusta las velas. Todo depende de la actitud.


Un grupo de ranas viajaba por el bosque cuando de repente dos de ellas cayeron en un profundo hoyo, entonces todas las demás ranas se reunieron alrededor y se asomaron a ver lo que sucedía, entonces se dieron cuenta de lo hondo que era y dijeron a las desafortunadas ranas que para fines prácticos debían rendirse y dejarse morir plácidamente.


Las dos ranas al principio no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de escapar con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente una de las ranas después de muchos intentos puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se recostó en el fango para morir. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.



Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente logró escapar y salvar su vida.


Entonces las ranas asombradas y confundidas preguntaron, “¿No escuchaste lo que te decíamos?”, la otra rana aún con lo cansada que estaba escr
ibió en la tierra “gracias por apoyarme, ustedes me dieron fuerzas para salvarme”. Esa rana era sorda.



Con afecto.
Andres Guzmán
Motivador.







No hay comentarios:

Publicar un comentario