Hay dos maneras de ver la cuesta que enfrentamos: como un obstáculo o como la oportunidad de hacer ejercicio extra, gratis, sin pagar por un gimnasio. Las adversidades y los problemas son, sin duda alguna, una excelente ocasión para ejercitar lo mejor de nosotros. La actitud positiva, el deseo de ver el vaso medio lleno, allana en buena medida el terreno para sortear lo que se interpone entre nosotros y nuestro objetivo.
Desde luego, se trata de algo más fácil de decir que de hacer.
¿Cómo modificar nuestra actitud hacia lo que nos enfrentamos, para salir avante de los retos? Con una sonrisa
Así como lo ve mi estimado amigo o amiga
Confronta el problema. No lo evadas
De forma deliberada, toma una posición positiva al respecto, y anota las ventajas de la situación, lo que obtendrás al enfrentar el problema.
Visualiza cómo te encontrarás una vez que derrotes al obstáculo.
Desarrolla un plan de acción posible e inmediata.
Sonríe, y manos a la obra
Yo lo aplique y lo aplico a mi vida, y créame que me ha servido mucho… USTED QUE ESPERA?
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